Entradas

Mannequin Pussy. I got heaven. (2024)

I got heaven es el cuarto álbum de estudio de esta banda de punk formada en Filadelfia en 2010. Los géneros punk y shoegaze se entrelazan de manera interesante. En algunas canciones, la agresión punk se combina con momentos más etéreos y soñadores. Esto crea una dinámica que mantiene al oyente atento, energía cruda y apasionada. Las canciones que conforman este álbum se sienten como una descarga eléctrica, con voces intensas y guitarras distorsionadas. La banda logra transmitir una sensación de urgencia y emoción en cada pista. La producción es cruda y directa, no hay adornos innecesarios y esto le da una autenticidad que se alinea con su energía punk. Las guitarras son el corazón del sonido, a veces rugen como tormentas y otras veces susurran como el viento. Destaco tres temas sobre todo el resto del disco: “Loud Bark”: Esta canción es un torbellino de energía punk. Con guitarras estridentes y una batería contundente, te hará mover la cabeza y sentir la urgencia de sus letras. “Someti

Alpheus. Unify. (2024)

 No es habitual que el tercer single de un disco de Ska/Rocksteady actual tenga casi 100.000 visualizaciones en menos de un mes, y aún mas difícil de ver si está editado por un sello español como es Liquidator Music. Se me escapa el motivo ya que el resto del disco salvo otro single casi todas las canciones no llegan ni a 1000 visualizaciones. Si, esto es una crítica, y no debería ser un recuento de las visualizaciones de un disco, pero quería recalcar una anomalía curiosa que constata que estamos ante un disco que entra fácil favorecido por un magnífico trabajo de producción, y muy buenas canciones.  Alpheus es uno de los valores mas importantes del sello madrileño Liquidator Music. 10 años lleva el jamaicano sacando discos con el sello, y este disco es sin duda uno de los mejores de su carrera.  Habiendo quizás ralentizado en este trabajo el ritmo con menos sonidos ská. Se aprecia mas rocksteady y algún tema incluso Reggae. Las canciones son mas melódicas, lo cual hace que nos lleve

Ruby Haunt · Lean To. (2024)

 Este mes viene siendo un "vía crucis": me toca publicar HOY y tenía muy in-mente desde hacía tiempo proponeros un pedazo discazo que se lanza MAÑANA, del que solo hay publicados dos temas que ya de por sí son muy TOP...pero que no hay manera que publiquen los siguientes. Os juro que llevo mirándolo cada día. Así pues, me paso al PLAN B y os traigo el último EP de los grandes Ruby Haunt, dos amiguetes de infancia de California que, con una propuesta dream popera muy personal, estoy seguro que os alegrarán la "última cena" previa a unas buenas Easter vacaciones (los que todavía no estéis). Este par llevan ofreciendo su "savoir faire" desde 2015 y de cada álbum acaban lanzando a posteriori un EP con los temas que no han acabado entrando, en lugar de dejarlos en barbecho para nuevas producciones. Vamos, que no llevan bien lo del "descartar", y disfrutando de cualquier B-Side entenderéis el por qué. Ah...y imaginaos las A-Sides. Así pues, con todos u

Julia Holter. Something In The Room She Moves. (2024)

Si ésto fuera un panfleto promocional, empezaría por escribir toda una retahíla de adjetivos como etéreo, experimental, íntimo, emocional, onírico, cautivador, atmosférico, ensoñador, vanguardista... Todos ellos encajarían de algún modo, sí, pero no harían justicia.  Desde 'Sun Girl' a 'Who Brings Me', estamos sin duda ante una obra mayor de calado inmediato, que supera los temores y la pereza que despertaba en mí el recuerdo del muy interesante-aunque-abigarrado "Aviary" (2018). Enfrentarse desnudo a los 54 minutos y 10 canciones de "Something In The Room She Moves" es recuperar la gozosa experiencia de perderse en lo imprevisible, el mismo reto que supone la escucha de un disco-mosaico donde no sabes hacia donde te llevará la siguiente nota... Como cuando escuchas jazz, (ojo con el contrabajo de 'Talking to the Wisper' y su alucinante viaje final), estamos ante estructuras poco o nada convencionales, con infinidad de sutiles detalles entre

Hot Moonlight record. The Goin'nowheres. (2024)

La verdad es que poco os puedo decir de esta banda, la información que corre de ellos por las redes es muy escasa, por no decir casi nula. Se trata de un trío de Carolina del Norte compuesto por ML Cothran (teclados y voces) Timothy Patrick (guitarras y bajo) y Paul Eliot (Batería y Samples) no están en ningún sello y ellos mismos se autoproducen.  La banda debutó en 2020 con el largo "Curse rotted record" y cuatro años después, sin ningún sencillo de por medio, vuelven a la carga con este fantástico "Hot Moonlight record" que hoy nos ocupa. La banda practica un indie rock/pop bastante arty con un sonido que combina muy bien lo analógico con lo digital, muy original todo de entrada pero que tras varias escuchas, a los más viejos del lugar (como suele pasar) inevitablemente nos vienen a la cabeza muchas otras bandas que van desde la escena "alternativa USA 90's" tipo Pavement y similares pasando por el indie semi-electrónico de primeros de siglo (léase

The Dandy Warhols. Rockmaker (2024)

Comprender el hecho de que los rockeros alternativos The Dandy Warhols han estado activos durante veinte años es bastante difícil, dos décadas después todavía producen cosas que hacen lo que dice  en su prospecto. Este disco de estudio no desanima. 'Rockmaker' es pesado pero melódico, haciendo uso del pedaleo de guitarra. En magnífica compañía esta banda estrena álbum junto con una lista festejada de la realeza del rock compuesta por Slash, Debbie Harry y Black Francis. A la vez que su sonido no se porque pero me suena a nuestros magníficos ‘Love & Rockers’ en  muchos temas como en ‘The cross’. Abren disco de manera  oscura, la persistente 'The Doomsday Bells' es inesperada pero claramente contagiosa, antes de que el líder de Pixies, Black Francis, aparezca en 'Danzig With Myself'. Es hora de traer vibraciones más ligeras con 'Teutonic Wine', cuando Courtney Taylor-Taylor interviene para poner su sello en todo, entregando un estribillo pegadizo. El á

Amateur. Impasse. (2024)

El pasado 15 de marzo se publicaba este Impasse, segundo álbum de esta banda donostiarra cuyos integrantes eran miembros de “La Buena Vida”, grupo pop de los 90s, que junto a otras bandas de la zona conformaron lo que se denominó el Sonido Donosti. Amateur suena a La Buena Vida tanto que parece que hayan dado continuidad a aquella banda que tanto nos emocionó, vale que ya no está la voz de Irantzu, pero el actual cantante, Mikel Aguirre, nos recuerda mucho a un Nacho Vegas en sus momentos más dulces. Este álbum viene después de 7 años de su primera publicación y de la mano de Mushroom Pillow, con un montón de colaboraciones como Isa Cea (Triángulo de Amor Bizarro) o Diego Vasallo entre otros muchos. Nos retrocede en el tiempo, a aquellos dos miles, ajenos a las modas nos ofrecen un álbum atemporal que hará las delicias de todos los amantes del pop melódico de la Buena Vida, Las aventuras de Kirlian, Family e incluso aquella Vainica Doble con la que comenzó todo. No es un álbum de grand